"LA INCAPACIDAD PARA PREDECIR LA CRISIS HA SUMIDO A LOS ECONOMISTAS EN EL DESCRÉDITO Y CONFIRMA QUE SON POLÍTICOS ANTES QUE CIENTÍFICOS" (REVISTA ACTUALIDAD ECONÓMICA DE ABRIL 2012). MERECE LA PENA REALIZAR UN ANÁLISIS.
Y si no han sabido predecirla, ¿por qué pensamos que nos van a ayudar a salir de ella? Antes de entrar a analizar en detalle qué es y qué no es un economista, es interesante pensar que Alemania perdió dos guerras mundiales en el siglo XX y teminó el siglo estando a la cabeza de Europa. Y España, que protagonizó en los años 90 el mal llamado "milagro español", utilizó su acceso al crédito internacional para crear una burbuja inmobiliaria que ha acercado al país al abismo.
Ninguno de los dos fenómenos descritos (alemán y español) puede ser explicado en términos económico-matemáticos. La Ciencia Econonómica, si es que hay algo que se pueda llamar así, está mucho más cerca de una ciencia social que de una ciencia exacta. La cultura popular que subyace en los modelos económicos se entiende mejor desde la Sicología Social o la Sociología que desde las Matemáticas.
En la Historia de la Humanidad no ha habido otro camino para el éxito duradero que el del esfuerzo, la prudencia, la autocrítica y la constancia. Es como decir que todo puede salir adelante con trabajo duro, verdad y fe. Cuando falla el esfuerzo, comienza el autoengaño o se pierde la esperanza no se llega a ningún sitio. Y luego vendrán los economistas a explicar otra cosa, la mayoría de ellas falsedades, quizás no intencionadas, pero falsedades.
Por supuesto que en la Facultad de Economía se estudian cosas muy interesantes y válidas, como que una devaluación de la moneda ayuda a aumentar las exportaciones y reducir las importaciones y otras del estilo. Pero también ayuda a entender la realidad lo que leí a Carlos Abadía de que no se puede ser un buen ejecutivo sin ser una buena persona. Esto también debería ser considerado Ciencia Económica y es extrapolable a los políticos.
Se nos olvidó que lo más importante es el sentido común y nuestros valores humanos. Y soñamos todos con ser ricos sin darnos cuenta de que en ocasiones, el dinero, sin humanidad, empobrece a las personas. Lo dicho, para salir de esta, como para todo lo que hagamos en esta vida, trabajo, verdad y fe en lo que hacemos y después, conocer la economía, el derecho y las demás ciencias, pero no dejando que nada nos separe de esos tres principios, porque nada vale más que ellos. Y quien esto escribe es economista.