JOSEPH STIGLITZ, PREMIO NOBEL DE ECONOMÍA DEL AÑO 2001 DEFIENDE LA NECESIDAD DE REGULAR LOS MERCADOS Y DE UNIR LA CIENCIA ECONÓMICA CON EL COMPROMISO Y LA JUSTICIA SOCIAL
Desde este blog, llevamos tiempo diciendo, y no somos ni mucho menos los primeros en hacerlo, que no estamos en una crisis económica, sino en un cambio de era o revolución. El sistema, como decían los del 15-M en su concentración del pasado fin de semana, necesita una reforma radical. De hecho, se ha derrumbado, y lo que ahora tenemos que hacer es construir un nuevo orden entre todos.
- BIENESTAR: El concepto del bienestar ha cambiado. La sociedad se hace a la fuerza menos consumista de bienes materiales. Conceptos como la justicia, la solidaridad, la igualdad de oportunidades, o el respeto al medio ambiente se han asentado de forma definitiva en nuestros valores. Las empresas no pueden hacer cualquier cosa que les haga ganar dinero. Eso va a ser rechazado por sus potenciales clientes. Y un "boicot" de ellos te arruina.
- POLÍTICOS: Ganar unas elecciones y conseguir un importante cargo político no es motivo de vanagloria, es una gran responsabilidad, más que ninguna otra cosa. Los ciudadanos han puesto la confianza en sus políticos y éstos no pueden decepcionarles. Si no son capaces de cumplir con las expectativas puestas en ellos, la dimisión es una fenomenal herramienta para salvar su reputación personal. El cometido de un dirigente puede ser imposible de conseguir la decencia un ser humano la tiene que conservar siempre.

- GLOBALIZACION:
Hoy no sirve la excusa de que me queda lejos de mi casa. Somos todos ciudadanos de una cultura y economía común. Ello requiere el dominio de idiomas y capacidad de adaptación, cierta forma de autodidactismo. Perfiles profesionales transversales en el conocimiento y en el espacio.
- EMPRENDEDURISMO:
El "empleo" como modelo de seguridad absoluta, con rendimientos decrecientes se ha terminado. Hasta el profesional por cuenta ajena es una especie de consultor en aquellas tareas que realiza. Nos ganamos el salario cada día siendo plenamente efectivos. No esperamos a que las empresas vengan a contratarnos. Somos nosotros quienes hemos de ir a ellas, con nuestras ideas.