
En un grupo de Linkedin que se llama" Abogados 2.0" en el que participamos (cosa que intentamos hacer en todo lo que lleve "2.0" en el nombre), un letrado cuenta que han intentado utilizar redes sociales para captar clientes por medio de una plataforma de descuentos y venta masiva y que el resultado ha sido muy malo.
La reflexión que hacemos al saber esto es que, en el sector servicios, y más específicamente, en los servicios profesionales, los paquetes de servicios vendidos por precio no pueden funcionar si la marca no es previamente suficientemente conocida. Al ser un servicio, un intangible, algo que no se puede probar y luego devolver, la importancia de la marca es muy grande.

En el sentido contrario tenemos toda la trama del Instituto Nóos que ahora mismo se está juzgando. De todo lo que cuentan de este caso se podría decir que a Urdangarín se le acusa de haber vendido exclusivamente su marca...y poco más. Un informe de consultoría con 10 folios de extensión y copiados de Internet, pagados a la desorbitante cifra de 600.000 € da que pensar. ¿Habría alguien pagado 50 € por él si no hubiese ido con la marca Urdangarín a través de dicho instituto?
En el primer caso descrito, vincular ofertas de consultoría a páginas de descuentos y venta masiva es absolutamente lícito, aunque comercialmente, pensamos, poco productivo. En el segundo caso, el problema de fondo es que se estaba usando la marca de la Familia Real, para no ofrecer un producto en condiciones, cobrar unas cantidades desorbitadas y en connivencia con administraciónes públicas bajo sospecha de corrupción.... casi nada.
Felicidades por este post tan oportuno en una actualidad donde lo que "vale" es la marca, cuando lo que necesitamos es algo útil/productivo con buena relación calidad-precio y no vender un nombre vacío de contenido........tantas marcas que fueron y ahora donde están?(algunas recicladas y otras arruinadas...)Valoremos un buen trabajo, en su justo precio y dejemos las "marcas" para otros sectores como la moda......
ResponderEliminarGracias Cristina por tu comentario. Para quien dude sobre lo que se puede llegar a hacer abusando de marcas con prácticas deshonestas que vean Inside Job, el caso Enron, etc.
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